Con el tiempo os iré poniendo un muestrario de puntos que podemos hacer con dos agujas. Desde muestras lisas a muestras caladas, iré poniendo diferentes puntos, ya que simplemente con eso podemos darle un acabado diferente a nuestros proyectos.
Lo primero es aprender a echar los puntos y hacer el punto derecho y el punto revés. Y a cerrar los puntos. Una vez que sepamos cómo hacer estas cosas, vamos a poder hacer ya unos cuantos puntos diferentes simplemente combinándolos.
Pero empecemos por el principio: echar los puntos. Soy novata en esto de los vídeos, pero no veo otra forma mejor de explicaros como se pueden montar o echar los puntos. Existen muchas formas diferentes de echar los puntos. Partiendo simplemente de si queremos echar los puntos de modo provisional (puede interesarnos para algunas prendas) o de modo definitivo, tenemos después diferentes acabados dependiendo de cómo montemos los puntos. También hay métodos de echar puntos que son útiles cuando tenemos que echar puntos nuevos en una labor en marcha.
La forma que yo os voy a explicar hoy es la que más me gusta por cómo queda después la terminación. Es una de las formas de montar puntos que me enseño mi madre, y no había intentado ponerle nombre hasta hoy. He estado investigando, pero no he encontrado un nombre en concreto para esta técnica. Había pensado que sería la que en inglés llaman Long Tail, porque se deja una hebra larga, pero no es igual.
Para montar los puntos de este modo tenemos que dejar una hebra de lana lo suficientemente larga para el número de puntos que queramos. Esto puede ser un poco engorroso, ya que si calculamos que hemos dejado suficiente hebra, pero no es así, no nos vamos a dar cuenta hasta que nos quedemos sin hilo para seguir echando puntos, y tendremos que deshacer y volver a empezar. Y puede que nos de lo mismo cuando estamos montando 20 puntos, pero si nuestra labor requiere montar 100 puntos, no nos va a hacer tanta gracia. Para calcular qué longitud necesitamos, podemos utilizar algunos trucos. Uno consiste en dar vueltas con la hebra alrededor de la aguja, sin apretar. Tantas vueltas como puntos queramos echar. Con éste método yo algunas veces me quedo corta, debe ser que no los dejo suficientemente flojos. Si doy dos vueltas por cada punto que quiero echar me suele sobrar lana, lo cual no importa mucho si tengo que echar pocos puntos, porque el trozo que me sobra me sirve después para rematar. Pero si tengo que echar muchos puntos me sobra mucho trozo y es desperdiciar lana. Así que como soy de ciencias y de números lo que hago es: dar una vuelta floja con la hebra alrededor de la aguja, medir la longitud de ese trozo de hebra, y multiplicarlo por el número de puntos que quiero tener al final. A esa longitud le suelo sumar unos 10-15 cm para que me quede un trozo para rematar.
En este pequeño vídeo os muestro cómo se hace.
Estoy informándome sobre cómo mejorar la grabación de los vídeos, así que vuestros comentarios, constructivos por supuesto, sobre qué hay que mejorar (además del audio) son bienvenidos.
Qué curioso, yo lo hago al revés: monto el punto con la hebra suelta y paso la lana o echo la hebra o como se diga con la hebra que va unida al ganchillo.
ResponderEliminarCon el tema calidad de vídeo yo también necesito ayuda así que ningún buen consejo que pueda darte.